martes, 15 de noviembre de 2011

Asma pediátrico



El asma es una enfermedad del aparato respiratorio que ocasiona inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias.

Este artículo aborda el asma en los niños, también llamado asma pediátrico. Para un análisis más general acerca de esta enfermedad, remítase al artículo asma.

Causas
El asma es causado por hinchazón e inflamación en las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías aéreas se vuelven rígidos y el revestimiento de los conductos aéreos se hincha. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar.

El asma se observa comúnmente en los niños y es una causa importante de hospitalizaciones y ausentismo escolar. El asma y las alergias a menudo se presentan juntos. La respuesta alérgica juega un papel fuerte en el asma infantil.

Los desencadenantes comunes del asma abarcan:

Animales (pelo o caspa)
Ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros medicamentos
Aire frío, como cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
Químicos en el aire o en los alimentos
Polvo
Ejercicio
Moho
Polen
Emociones fuertes
Humo de tabaco
Infecciones virales, como el resfriado común
Síntomas

Los problemas respiratorios son comunes y pueden abarcar:

Dificultad respiratoria
Sensación de falta de aliento
Jadear
Dificultad para exhalar
Respirar más rápido de lo normal
Cuando la respiración se pone muy difícil, la piel de su pecho y cuello puede hundirse.

Otros síntomas de asma en los niños abarcan:

Tos que algunas veces despierta al niño por la noche; puede ser el único síntoma
Bolsas oscuras bajo los ojos
Sentirse cansado
Irritabilidad
Rigidez en el pecho
Sibilancias, un sonido silbante hecho al respirar que puede ser más notorio cuando el niño exhala
El tipo y patrón de los síntomas del asma de su hijo pueden variar. Pueden ocurrir con frecuencia o sólo cuando ciertos desencadenantes están presentes. Algunos niños son más propensos a tener síntomas de asma por la noche.

Pruebas y exámenes
El médico auscultará los pulmones del niño. Los sonidos relacionados con el asma se pueden oír. Sin embargo, los sonidos pulmonares generalmente son normales entre episodios de asma.

El médico pondrá al niño a respirar dentro de un dispositivo llamado espirómetro. Estos aparatos le pueden indicar a usted y al médico qué tan bien puede el niño exhalar el aire de los pulmones. Si las vías respiratorias están estrechas y bloqueadas debido al asma, los valores del flujo máximo caen.

Usted y su hijo aprenderán a medir el flujo máximo en la casa.

Los exámenes pueden ser:

Pruebas de la función pulmonar
Radiografía de tórax
Pruebas para alergias
Conteo de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco)
Tratamiento
Usted y el pediatra del niño o el alergólogo deben trabajar juntos en equipo para desarrollar y llevar a cabo un plan de acción para el asma.

Este plan debe esbozar cómo:

Evitar los desencadenantes del asma
Vigilar los síntomas
Medir el flujo máximo
Tomar los medicamentos
El plan también debe decirle a usted cuándo llamar a la enfermera o al médico.

Usted también debe tener un plan de emergencia que describa qué hacer cuando el asma de su hijo se active. Si su hijo está en la escuela, verifique que los maestros, las enfermeras escolares, los profesores de educación física y los entrenadores conozcan sobre la necesidad de su hijo de tomar el medicamento para el asma. Averigüe qué tiene que hacer para que su hijo pueda tomar el medicamento durante las horas escolares. (Usted posiblemente necesite firmar una autorización.) Verifique que en la escuela tengan una copia del plan de acción para el asma de su hijo. Ver también: el asma y la escuela.

MEDICAMENTOS


Existen dos tipos básicos de medicamentos para el tratamiento del asma:

Medicamentos de control prolongado
Medicamentos de "rescate" o de alivio rápido
Los medicamentos de control prolongado se toman todos los días para prevenir síntomas de asma, incluso cuando el niño no los tiene. Algunos niños pueden necesitar más de uno de estos medicamentos.

Los tipos de medicamentos de control prolongado abarcan:

Esteroides inhalados (como Azmacort, Vanceril, AeroBid, Flovent): son casi la primera opción de tratamiento.
Inhibidores de leucotrienos (como Singulair y Accolate).
Broncodilatadores de acción prolongada (como Serevent) que generalmente se utilizan con esteroides inhalados.
Cromoglicato disódico (Intal) o nedocromilo sódico.
Aminofilina o teofilina (ya no se utilizan con tanta frecuencia como en el pasado).
Ver también: medicamentos de control prolongado para el asma en los niños.

Los medicamentos de alivio rápido o de rescate se utilizan durante un ataque. Los niños que no tienen síntomas muy a menudo (asma leve ) pueden necesitar únicamente medicamentos de alivio rápido, en la medida de lo necesario. Los ejemplos de medicamentos de alivio rápido comprenden: Proventil, Ventolin, Xopenex y otros.

USAR UN INHALADOR

Muchos de los medicamentos para el asma de su hijo pueden tomarse usando un inhalador .

Los niños que usan un inhalador también deben emplear un dispositivo "espaciador", el cual les ayuda a llevar el medicamento adecuadamente hasta el pulmón.
Si su hijo usa el inhalador en forma errónea, menos medicamento ingresa a los pulmones. Procure que el médico le muestre cómo usar un inhalador correctamente.
Los niños más pequeños pueden usar un nebulizador para tomar su medicamento en lugar de un inhalador. Un nebulizador convierte el medicamento para el asma en un vapor que se inhala.

ELIMINAR LOS DESENCADENANTES

Es importante saber qué cosas empeoran el asma de su hijo. Éstas se denominan "desencadenantes" del asma. Evitarlas es el primer paso para ayudarle a su hijo a sentirse mejor.

De ser posible, mantenga las mascotas fuera de la casa o al menos lejos del cuarto del niño.

Nadie debe fumar en una casa ni cerca de un niño con asma. Eliminar el humo del tabaco de la casa es lo más importante que una familia puede hacer para ayudar a un niño con asma. Fumar fuera de la casa no es suficiente, ya que los miembros de la familia y los visitantes que fuman traen residuos de tabaco dentro y sobre la ropa y los cabellos, lo cual puede desencadenar los síntomas de asma.

El hecho de mantener los niveles de humedad bajos y reparar las filtraciones puede reducir la proliferación de organismos como el moho. Mantenga la casa limpia y los alimentos en recipientes y fuera de las alcobas. Esto ayuda a reducir la posibilidad de cucarachas, las cuales pueden desencadenar ataques de asma. Las camas se pueden cubrir con fundas de poliuretano "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo. Igualmente, se deben comprar detergentes y productos de limpieza sin aroma.

Todos estos esfuerzos pueden establecer una diferencia significativa para el niño asmático, aunque no se note de inmediato.

VIGILAR EL ASMA DE SU HIJO

Un espirómetro es un dispositivo simple que usted o su hijo pueden usar en el hogar para indicarle si se va a presentar un ataque, tal vez antes de que ocurra cualquier síntoma. Chequear el "flujo máximo" es una de las mejores maneras de controlar el asma. Puede ayudar a evitar que el asma de su hijo empeore. Los ataques de asma generalmente NO aparecen sin aviso.

Es posible que los niños menores de 5 años no sean capaces de utilizar un espirómetro lo suficientemente bien como para que las cifras sean de utilidad. Un adulto debe siempre vigilar cuidadosamente los síntomas de asma del niño. Es una buena idea comenzar a usar los espirómetros antes de los 5 años para que los niños se acostumbren a ellos.

Expectativas (pronóstico)
Con el tratamiento apropiado y un abordaje en equipo para manejar el asma, la mayoría de los niños con esta enfermedad pueden llevar una vida normal; sin embargo, el asma mal controlada puede llevar al ausentismo escolar, problemas para practicar deportes, ausentismo laboral por parte de los padres y múltiples visitas al consultorio médico y la sala de urgencias.

Muchas veces, los síntomas del asma ocurren con mucho menos frecuencia o desaparecen a medida que el niño crece. Sin embargo, si el asma del niño no está bien controlada, puede llevar a cambios permanentes en la actividad pulmonar.

El asma en raras ocasiones puede ser una enfermedad potencialmente mortal. Es importante que las familias trabajen de la mano con los profesionales de la salud para desarrollar un plan con el fin de brindarle al niño los cuidados apropiados.

Posibles complicaciones
Las complicaciones del asma pueden ser severas y algunas de ellas pueden abarcar:

Tos persistente
Falta de sueño debido a los síntomas nocturnos
Disminución de la capacidad para hacer ejercicio y tomar parte en otras actividades
Ausentismo escolar
Ausentismo de los padres en el trabajo
Visitas al servicio de urgencias y hospitalizaciones
Dificultad para respirar que requiere el uso de un respirador
Cambios permanentes en la función de los pulmones
Muerte
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si cree que un niño tiene nuevos síntomas. Si a su hijo le han diagnosticado esta enfermedad, llame al médico si:

Después de una visita a la sala emergencias.
Cuando los números de flujo máximo han comenzado a bajar.
Cuando los síntomas son más frecuentes y más intensos y su hijo está siguiendo el plan de acción para el asma.
Si su hijo está teniendo problemas con la respiración o está teniendo un ataque de asma, busque atención médica de inmediato.

Los síntomas de emergencia abarcan:

Dificultad respiratoria
Coloración azulada de labios y cara
Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar
Pulso rápido
Sudoración
Disminución del nivel de conciencia, como somnolencia o confusión graves
Un niño que presente un ataque grave de asma puede necesitar hospitalización y se le pueden administrar oxígeno y medicamentos a través de una vena (por vía intravenosa o IV).

Prevención

No existe un método conocido para prevenir los ataques de asma y la mejor manera de reducirlos es evitar los desencadenantes, especialmente el humo del cigarrillo, y seguir el plan para manejar el asma que usted desarrolla con el médico.

Para más información haz clic aquí

Asma



El asma es un trastorno que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen, llevando a que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.

Causas

El asma es causada por una inflamación de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar.

En las personas sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias causantes de alergias, llamadas alergenos o desencadenantes.

Los desencadenantes comunes de asma abarcan:

Animales (caspa o pelaje de mascotas)
Polvo
Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
Químicos en el aire o en los alimentos
Ejercicio
Moho
Polen
Infecciones respiratorias, como el resfriado común
Emociones fuertes (estrés)
Humo del tabaco
El ácido acetilsalicílico (aspirin) y otros antinflamatorios no esteroides (AINES) provocan asma en algunos pacientes.

Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema, mientras que otros no tienen tales antecedentes.

Síntomas

La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunos pacientes tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal.

Los ataques de asma pueden durar de minutos a días y se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante.

Los síntomas abarcan:

Tos con o sin producción de esputo (flema)
Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal)
Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad
Sibilancias que:
aparecen en episodios con períodos intermedios libres de síntomas
pueden empeorar en la noche o en las primeras horas de la mañana
pueden desaparecer espontáneamente
mejoran cuando se utilizan medicamentos que dilatan las vías respiratorias (broncodilatadores)
empeoran al inhalar aire frío
empeoran con el ejercicio
empeoran con la acidez gástrica (reflujo)
por lo general comienzan súbitamente

Síntomas de emergencia:

Labios y cara de color azulado
Disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma
Dificultad respiratoria extrema
Pulso rápido
Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar
Sudoración
Otros síntomas que pueden estar asociados con esta enfermedad son:

Patrón de respiración anormal, en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración
Paro respiratorio transitorio
Dolor torácico
Opresión en el pecho
Pruebas y exámenes

Las pruebas para alergias pueden ayudar a identificar los alergenos en personas con asma persistente. Los alergenos comunes abarcan:

Alergenos de las cucarachas
Ácaros del polvo
Mohos
Caspa de mascotas
Pólenes

Los irritantes respiratorios comunes comprenden:

Vapores provenientes de la combustión de madera o gasolina
Contaminación
Humo del tabaco
El médico utilizará un estetoscopio para auscultar los pulmones, con lo cual se pueden escuchar los sonidos relacionados con el asma. Sin embargo, los ruidos pulmonares generalmente son normales entre episodios de asma.

Los exámenes pueden ser:

Gasometría arterial
Exámenes de sangre para medir el conteo de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) y de IgE (un tipo de proteína del sistema inmunitario llamada inmunoglobulina)
Radiografía de tórax
Pruebas de la función pulmonar
Mediciones del flujo máximo
Tratamiento
El tratamiento tiene como objetivo evitar las sustancias que desencadenan los síntomas y controlar la inflamación de las vías respiratorias. Usted y su médico deben trabajar juntos como equipo para desarrollar y llevar a cabo un plan para eliminar los desencadenantes del asma y vigilar los síntomas.

Para obtener información sobre el tratamiento del asma en niños, ver: asma pediátrica.

Existen dos clases básicas de medicamentos para el tratamiento del asma que son:

Medicamentos de control para prevenir ataques
Medicamentos de alivio rápido para su uso durante los ataques
Los medicamentos de control para el asma controlan sus síntomas si usted no tiene asma leve y debe tomarlos todos los días para que hagan efecto. Tómeselos incluso cuando se sienta bien.

Los medicamentos de control más comunes son:

Los corticosteroides inhalados (como Asmanex, Alvesco, Qvar AeroBid, Flovent, Pulmicort) que previenen los síntomas ayudando a evitar que las vías respiratorias se inflamen.
Los inhaladores betaagonistas de acción prolongada también ayudan a prevenir los síntomas de asma. No tome estos medicamentos solos. Generalmente se usan junto con un corticoesteroide inhalado. Es más fácil usar un inhalador que contenga ambos medicamentos.

Otros medicamentos de control que se pueden emplear son:

Inhibidores de leucotrienos (como Singulair y Accolate)
Omilizumab (Xolair)
Cromoglicato disódico (Intal) o nedocromilo sódico (Tilade)
Aminofilina o teofilina (ya casi no se utilizan)
Los medicamentos de alivio rápido trabajan velozmente para controlar los síntomas del asma:

Usted los toma cuando está tosiendo, jadeando, teniendo problemas para respirar o experimentando un ataque de asma. También se denominan fármacos de rescate.
También se pueden usar justo antes de hacer ejercicio para ayudar a prevenir síntomas de asma que son causados por esta actividad.
Coméntele al médico si usted está usando medicamentos de alivio rápido dos veces por semana o más para controlar sus síntomas de asma. Es posible que su asma puede no esté bajo control y que su médico necesite cambiar la dosis diaria de los medicamentos de control.

Los medicamentos de alivio rápido abarcan:

Broncodilatadores de acción corta (inhaladores), como Proventil, Ventolin y Xopenex.
El médico podría recetarle esteroides orales (corticoesteroides) cuando usted tenga un ataque de asma que no se alivie. Estos son medicamentos que usted toma por vía oral como pastillas, cápsulas o líquido. Planee con anticipación y asegúrese de que estos medicamentos no se le agoten.
Un ataque de asma grave requiere un chequeo por parte de un médico. Usted también puede necesitar hospitalización, oxígeno, asistencia respiratoria y medicamentos intravenosos (IV).

CUIDADO DEL ASMA EN CASA

Las habilidades de cuidados personales que son importantes para ocuparse de su asma son:

Conocer los síntomas del asma de los que debe cuidarse.
Saber cómo tomar la lectura de su flujo máximo y lo que significa.
Mantener consigo el número de teléfono del pediatra o de la enfermera de su hijo.
Conocer cuáles desencadenantes empeoran su asma y qué hacer cuando esto suceda.
Los niños con asma necesitan mucho apoyo en el colegio. Pueden necesitar ayuda del personal del colegio para mantener su asma bajo control y poder realizar las actividades escolares.
Los planes de acción para el asma son documentos escritos para cualquier persona asmática. Un plan de acción para esta enfermedad debe abarcar:

Un plan para tomar medicamentos para el asma cuando su condición sea estable.
Una lista de desencadenante del asma y cómo evitarlos.
Cómo reconocer cuando su asma está empeorando y cuándo llamar al médico o a la enfermera.
Un espirómetro es un dispositivo simple para medir qué tan rápidamente puede usted sacar el aire de los pulmones.

Le puede ayudar a saber si se aproxima un ataque, algunas veces, incluso antes de que aparezca cualquier síntoma. Las mediciones del flujo máximo pueden ayudar a mostrar cuándo se necesita el medicamento o si es necesario tomar otra medida.
Los valores del flujo máximo de 50 a 80% de los mejores resultados específicos de una persona son un signo de un ataque de asma moderado, mientras que los valores por debajo de 50% son un signo de un ataque grave.

Grupos de apoyo

El estrés causado por la enfermedad a menudo se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo, donde los miembros comparten experiencias y problemas en común.

Ver: grupo de apoyo para alergias y asma

Pronóstico
No existe cura para el asma, aunque los síntomas algunas veces disminuyen con el tiempo. La mayoría de las personas pueden llevar una vida normal con automanejo y tratamiento médico apropiado.

Posibles complicaciones
Las complicaciones del asma pueden ser severas. Algunas son:

Muerte
Disminución de la capacidad para hacer ejercicio y tomar parte en otras actividades
Falta de sueño debido a síntomas nocturnos
Cambios permanentes en la función pulmonar
Tos persistente
Dificultad para respirar que requiere asistencia respiratoria (respirador)
Para más información, haz clic aquí

martes, 8 de noviembre de 2011

Valoración del niño con sibilancias recurrentes



Menores de 3 años


Las sibilancias son un signo muy frecuente en este grupo de edad y aparecen en una gran cantidad de procesos con manifestaciones clínicas similares pero que varían en su etiología, pronóstico y respuesta al tratamiento.
Por otro lado, determinados datos clínicos como el inicio de la sintomatología en el período neonatal, falta de medro, síntomas relacionados con la alimentación, vómitos, anomalías cardiovasculares, o historia familiar de enfermedad pulmonar sugieren una etiología diferente al asma. En el análisis de los posibles diagnósticos diferenciales resulta útil la separación por grupos de edad. Teniendo en cuenta que puede haber superposición entre los grupos, la división sólo debe servir de guía orientativa (tabla 1). La valoración conjunta de todos estos datos es lo que va a ayudar a orientar la actuación del pediatra.


En los niños con episodios recurrentes de sibilancias, en cuya historia o exploración clínica no existan datos que sugieran la existencia de otra patología subyacente, el número de exploraciones complementarias que se necesitan es bastante limitado. Se recomienda una radiografía simple de tórax y, en aquellos sin criterios mayores de IPA, recuento de eosinófilos y detección de criterios de atopia.

Mayores de 3 años

Valoración clínica:
La historia clínica debe ir encaminada a esclarecer los aspectos más importantes relacionados con el asma, en especial en lo referente al diagnóstico diferencial.
Deben constatarse los síntomas y signos y las características de las crisis, valorar los períodos intercrisis e identificar los factores precipitantes y agravantes.

Valoración funcional:
La exploración funcional respiratoria sirve para confirmar el diagnóstico de asma, cuantificar la gravedad de la enfermedad, monitorizar la evolución y objetivar la respuesta al tratamiento. En los niños colaboradores debe realizarse mediante espirometría forzada que, por su sencillez y coste, es la prueba principal para objetivar la obstrucción bronquial. No se recomienda la utilización de medidores portátiles del PEF para el diagnóstico funcional de asma. En los niños no colaboradores se pueden utilizar otras pruebas, como pletismografía corporal, oscilometría por impulsos, resistencias por oclusión o compresión toracoabdominal.
Se debe estudiar la reversibilidad de la obstrucción bronquial y/o el grado de hiperrespuesta. Para ello se utiliza la prueba de broncodilatación y de hiperrespuesta bronquial inespecífica (metacolina, ejercicio, etc.).

martes, 16 de agosto de 2011

Percepción de la disnea durante la broncoconstricción aguda en los pacientes con asma


Introducción

La existencia de diferencias individuales en la disnea que perciben los asmáticos está comprobada fehacientemente en la bibliografía. La mayoría de las investigaciones demuestra que algunos pacientes infravaloran la disnea, poniendo en peligro su vida al descuidar el tratamiento de la enfermedad; son los llamados "pobres perceptores de disnea" o "hipoperceptores", y se hallan vinculados al sufrimiento de ataques de asma "fatal" o "casi fatal". Por el contrario, en el otro extremo de la balanza cabría encontrar a un determinado grupo de pacientes con percepción exagerada de su disnea o "hiperperceptores"; es lógico suponer que presenten una mala calidad de vida junto a un excesivo consumo de medicamentos y recursos médicos, si bien en este grupo de enfermos los estudios han sido escasos y estos aspectos no están demostrados.

Los principales trabajos que, hasta el momento, han abordado el estudio de la percepción de las variaciones del calibre de la vía aérea en los pacientes con asma dejan entrever la existencia de diversos aspectos controvertidos, y no han sido capaces de identificar de forma completa los factores que contribuyen a esa variabilidad.

Quizá uno de los problemas fundamentales sea, precisamente, encontrar el procedimiento idóneo para clasificar a los asmáticos en buenos y malos perceptores de disnea. Habitualmente se emplean escalas analógico-visuales (principalmente la de Borg) para medir la disnea antes de cada maniobra encaminada a obtener el FEV1, mientras se provoca en el laboratorio una obstrucción bronquial con el procedimiento seleccionado para ello. Después se analizan las relaciones entre la puntuación de disnea y la reducción del FEV1 mediante una regresión lineal o bien utilizando ecuaciones exponenciales. En el primer caso, la pendiente de la ecuación de regresión lineal suele ser el parámetro elegido para cuantificar la percepción de cada individuo, de forma que, cuanto más acusada sea ésta, más sensible es el sujeto para percibir disnea. En el segundo caso, siguiendo la ley de Stevens, la magnitud de la disnea varía en función exponencial a la intensidad del estímulo de acuerdo con la fórmula: ψ = K Фn, donde ψ es el cambio en la puntuación de la escala de disnea, K es una constante, Ф es el cambio en el FEV1 y n es el parámetro que expresa la sensibilidad a los cambios de obstrucción bronquial. Aunque podría pensarse que el modelo exponencial es más exacto, su complejidad ha limitado su uso; además, un reciente estudio de Bijl-Hofland et al ha puesto de manifiesto que, al menos en los asmáticos, no ofrece ventajas respecto al modelo de regresión lineal.

Con la finalidad de identificar con rapidez durante una prueba de provocación bronquial qué asmáticos perciben "mal" la disnea, Boulet et al proponen la utilización de la PS20 (puntuación en la escala de Borg de la disnea que perciben los pacientes al descender el FEV1 un 20%). Estos autores clasifican a los asmáticos en buenos o malos perceptores de disnea atendiendo a su puntuación en la PS20 (mayor o menor de una desviación estándar de la media de la serie). Sin duda este parámetro resulta sencillo y atractivo, pero se necesitan estudios más amplios orientados a clarificar su utilidad real.

Por todo ello nos hemos planteado analizar las variaciones de disnea de los asmáticos de nuestra población. Nuestro objetivo general ha sido intentar definir en estos pacientes las agrupaciones de variables clínicas, funcionales y psicológicas que puedan explicar las distintas formas de percibir la disnea para el mismo grado de obstrucción bronquial. De forma paralela, hemos estudiado la utilidad de la PS20 para identificar a los buenos y malos perceptores de disnea, y hemos propuesto un parámetro alternativo: el cambio en el valor de Borg entre una obstrucción bronquial del 20% y la situación basal.

Material y métodos

Selección de pacientes

Se estudió a 153 asmáticos consecutivos atendidos en las Consultas Externas de Neumología del Hospital de Sagunto. Los criterios de inclusión fueron: a) estar diagnosticado de asma, según las normas propuestas por la American Thoracic Society; b) encontrarse en situación clínica estable, definida como la ausencia de modificaciones clínicas o de tratamiento durante, al menos, las últimas 4 semanas; c) tiempo de evolución de la enfermedad asmática superior a un año; d) edad superior a los 15 años e inferior a los 70, y e) ausencia de otra patología asociada capaz de producir disnea (cardiopatía, enfermedad neuromuscular, otras enfermedades pulmonares). Se consideraron elementos de exclusión: a) FEV1 basal inferior a 0,9 l o menor del 45% de su FEV1 teórico, y b) falta de colaboración o imposibilidad para realizar alguna de las pruebas.

Procedimiento

La investigación se desarrolló de forma prospectiva a lo largo de dos sesiones separadas por un intervalo máximo de una semana. En la primera visita se efectuó una entrevista donde se recogían datos demográficos (edad, sexo, estado civil y niveles educativo y socioeconómico), así como datos de la historia del asma: edad de inicio de la enfermedad, utilización de recursos sanitarios en el último año (visitas médicas, a urgencias y hospitalizaciones), antecedentes personales de asma de riesgo vital y sintomatología en el último mes (tos, expectoración, sibilancias, opresión torácica y síntomas nocturnos). Cada uno de estos síntomas fue graduado, en función de la opinión del propio paciente, siguiendo una escala tipo Likert de 5 pasos (0: nada; 1: muy poco; 2: poco; 3: moderada; 4: importante). Además se solicitó al paciente que catalogara, desde su propio punto de vista, la gravedad de su asma mediante una escala analógico-visual continua que oscilaba entre 0 (mínima gravedad) y 10 (máxima gravedad). A continuación cada paciente rellenó los siguientes cuestionarios autoadministrados: ansiedad Estado-Rasgo STAI9, depresión de Beck10 y calidad de vida AQL de Marks11,12. Por último se practicaron una espirometría forzada con curva flujo-volumen y una medición de los volúmenes pulmonares mediante dilución de helio (siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica [SEPAR]13). En función de la información recogida se categorizó la gravedad de la enfermedad según los criterios SEPAR14: asma leve, moderada o grave.

En la segunda visita se analizó la percepción de disnea tras provocar una broncoconstricción aguda. El agente elegido como inductor fue el fosfato de histamina, y la técnica empleada para su administración fue la descrita por Cocckroft et al15. Al inicio de la prueba y tras cada dosis de histamina administrada se interrogó al paciente acerca de la disnea percibida en ese momento, pidiéndole que estableciera una valoración de la misma empleando la escala modificada de Borg. Los pacientes eran libres de elegir cualquier puntuación dentro de la escala, si bien con anterioridad habían sido cuidadosamente instruidos para que no prestaran atención a otro tipo de sensaciones, como irritación nasal, sabor desagradable, tos o irritación de garganta. La exploración finalizaba cuando el FEV1 había descendido al menos un 20%, momento en que se administraban 600 μ g de salbutamol mediante cartucho presurizado y cámara espaciadora tipo VOLUMATIC® para revertir los efectos broncoconstrictores. La respuesta broncoconstrictora se expresó a través del cálculo de la PC20 (concentración de histamina capaz de provocar un descenso del 20% en el FEV1), según las recomendaciones de la European Respiratory Society16. Para el análisis de la percepción individual de broncoconstricción valoramos dos parámetros: a) la PS20, obtenida por interpolación lineal entre los puntos anterógrado y retrógrado más próximos a la caída de un 20% del FEV1 respecto al FEV1 basal, y b) cálculo de la diferencia matemática entre la PS20 y la puntuación en Borg registrada tras la administración de placebo: "cambio en Borg" (CB).

Análisis estadístico

Todas las variables se incluyeron en una base de datos (SPSS versión 7.1 para Windows) y aquellas que no seguían una distribución normal fueron transformadas logarítmicamente. Dentro del estudio estadístico realizamos en primer lugar una matriz de correlación de Spearman entre la PS20 y los parámetros restantes incluidos en el estudio, y aquellos que mostraron una correlación significativa fueron llevados a una regresión lineal múltiple (pasos sucesivos). El paso siguiente consistió en estudiar las relaciones existentes entre el nivel de Borg basal y la PS20. Para ello se efectuó un análisis de la varianza de medidas repetidas (MANOVA) en los tres grupos de gravedad de asma, utilizando como variable dependiente los 5 valores que correspondieron a las puntuaciones de disnea en la escala de Borg en situación basal, tras descender un 5% el FEV1 (PS5), tras descender un 10% (PS10), tras descender un 15% (PS15) y un 20% (PS20).

Para la finalidad de nuestro estudio, decidimos que la forma más idónea de evaluar la percepción individual de la obstrucción bronquial aguda era el CB. Inicialmente identificamos las variables que presentaban una correlación (Spearman) significativa con el CB, y dichas variables se llevaron a un modelo de regresión lineal múltiple (pasos sucesivos) con vistas a determinar cuáles eran sus factores condicionantes. A continuación, procedimos a identificar a los subtipos de perceptores de disnea en función del CB, distinguiéndose en cada nivel de gravedad de asma a "disperceptores" si el CB era negativo; "hipoperceptores" si el CB era inferior al percentil 25; "normoperperceptores" si el CB se situaba entre los percentiles 25 y 75, e "hiperperceptores" cuando el CB era superior al percentil 75. Una vez identificados los subtipos de perceptores de disnea, mediante un análisis de la varianza (ANOVA) o prueba de la χ2, según fuese apropiado, averiguamos las diferencias entre ellos.

Si quieres más información sobre el tema, haz clic aquí

Asma: un trastorno sin cura provocado por varias causas



El asma es un trastorno inflamatorio de las vías respiratorias que causa ataques de sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
La principal causa que genera este trastorno, es la inflamación de las vías respiratorias que puede desencadenarse por la inhalación de sustancias causantes de alergias, llamadas alergenos o desencadenantes tales como: animales, polvo, cambios en el clima, químicos, moho, ejercicio, polen, humo de tabaco, emociones fuertes, entre otros.
Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar.
Los ataques de asma pueden durar de minutos a días y se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante.
El tratamiento para el asma tendrá la finalidad de evitar aquellas sustancias que desencadenen los síntomas y provoquen la inflamación de las vías respiratorias. Muchas veces el tratamiento incluirá medicamentos, los que serás para prevenir la crisis o para controlar una crisis en pleno desarrollo.
La mayoría de las investigaciones demuestra que algunos pacientes infravaloran la disnea, poniendo en peligro su vida al descuidar el tratamiento de la enfermedad, es por eso que la educación hacia el paciente cumple un rol de gran importancia que condicionará la forma en que lleve el trastorno la persona.No existe cura para el asma, aunque los síntomas algunas veces disminuyen con el tiempo. La mayoría de las personas pueden llevar una vida normal con auto manejo y tratamiento médico apropiado.
Para más información, haz clic aquí